viernes, 19 de marzo de 2010

EL DATO SECRETO.

Jordana ha sido una mujer de mentalidad amplia con relación a la sexualidad. No es un secreto que su madre le eche la culpa de la homosexualidad de su hijo menor. Sin embargo, lo que nadie sabe es que el padre de Jordana era bisexual. Jordana siendo muy niña, lo sabía, había encontrado a su padre en muchos encuentros homosexuales.Ella lo supo primero que su madre, y lo callaba, nunca se lo contó, desde pequeña le parecía algo muy natural y humano. Un día es la misma madre de Jordana la que encuentra a su esposo en la cama con un hombre. Esto le rompe el corazón, la desequilibra por completo. Descubriendo que Jordana lo sabía ella la juzga  de desleal, alcahueta y pervertida.  

La madre de Jordana separa a sus hijos de su padre como castigo a él y a Jordana. Ella siempre había tenido una mejor relación con él que con su madre. La separación es sumamente dolorosa, Jordana llora años por él, intenta contactarlo pero nunca vuelve a saber nada de él. Todas las noches ella le escribe cartas en su diario , contándole su penas y desilusiones amorosas, pidiéndole consejos. 

La mamá de Jordana encuentra en ella muchas cosas de su esposo y esto la llena de rabia y tristeza. Siempre le dice que ella a todas las personas que se les acerca las influye y las convierte en homosexuales. Como es el caso de su hijo menor y la mejor estudiante de Jordana. 

Jordana en ocasiones llega a pensar que esto es verdad, pero no le molesta siente que es el legado que le dejó su padre y que sólo así él no será olvidado. 

Todas las relaciones de Jordana fracasan y ella cree que es por culpa de su madre, por haberla alejado de su padre. Pues ella ha leído que en la vida hay relaciones energéticas y que la relación padre hija es esencial para lograr atraer buenos amores a la vida. Jordana cree que hasta que no encuentre a su padre sus relaciones sentimentales no cambiarán.  

1 comentario:

  1. Tendrá que buscarlo entonces, y encontrarlo. Hablarle sobre lo que vio en una y otra ocasión. Reconocerlo como al primer hombre que amó, tal vez lo único que ha hecho Jordana es tratar de entender la forma como su padre sentía el amor. Seguramente fue él también quien le habló por primera vez de los filósofos que hoy Jordana hacía parte de su vida, tal vez su padre no olvidaba aquellos días en París, el mayo del 68 cuando apenas era un muchacho y admiraba a los intelectuales que le enseñaron todo lo que la madre de Jordana quiso hacerle olvidar.

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