viernes, 5 de febrero de 2010

De lo tangible a lo intangible


"Raindrops on roses and whiskers on kittens
Bright copper kettles and warm woolen mittens
Brown paper packages tied up with strings
These are a few of my favorite things
Cream colored ponies and crisp apple streudels
Doorbells and sleigh bells and schnitzel with noodles
Wild geese that fly with the moon on their wings
These are a few of my favorite things"


Jordana vive en Bogotá en el barrio la Candelaria, su apartamento es un segundo piso que permanece todas las noches con las luces encendidas y las ventanas abiertas. Se encuentra ubicado frente a un bar "Mojitos y más" característico por promover el son cubano. En la esquina está una panadería donde venden las milhojas preferidas de ella, mucho arequipe y poca crema inglesa.


Para llegar a su apartamento Jordana siempre usa las escaleras, las sube, camina mas o menos unos cinco pasos, se encuentra frente a la puerta donde cuelga un móvil que con el viento suena como el agua, la abre y ahí está su hogar, DULCE hogar.


A la entrada hay unos tres pares de zapatos, bueno, cuatro con los que se acaba de quitar. A mano derecha está la cocina decorada con unos animalitos de plástico de colores vivos, pegados en la nevera y las paredes. También, hay un frutero de metal sobre el mesón con cerezas y mandarinas. Enseguida, está el lavaplatos con dos tasas untadas de chocolate, dos platos y una cuchara sucia con azúcar. Al fondo de la cocina se ve un patiecito , con algunas materas ,en el que están colgados tres pantalones, cuatro calzones, dos brasieres y seis blusas que llevan días esperando que Jordana se acuerde de ellos.


Cuando se sale de la cocina, al frente de ella se encuentra una pequeña salita decorada con dos sillas, varios cojines de colores tierra, unos cuadros abstractos, unas fotografías de algunos grandes pensadores de la historia, una mesita cuadrada de madera con una cajita encima repleta de chocolates y sparkies, algunos empaques vacíos de estos también están dentro de la caja.


Todo el apartamento de Jordana huele a chocolate y sabe a lo mismo. A mano izquierda de la salita está el baño en el que ella guarda sus lociones, cremas, geles, jabones y shampoos, ubicados encima de la tapa de la cisterna. Dentro de la ducha colgando en la llave está su gorro de baño color azul con puntitos rojos, el cual poco a poco se llena de agua debido a que Jordana olvidó cerrar bien la llave. Al lado del lavamanos está su cepillo de dientes despeinado y con las cerdas gastadas, una caja de seda dental y un listerine sabor a chicle. Saliendo del baño hay un tapete de un oso que dice Bienvenue. A todo el frente del baño está su cuarto, una habitación pequeña pero cómoda para ella.


Su cama mide mas o menos un metro con 60, está cubierta por un cubre lecho de colores vivos decorada con los juguetes de Moro ,su perro ovejero. Las pelotas, los huesos, y los muñecos siempre ocupan un espacio importante en la cama de Jordana. Ella siempre ha creido que su cama es lo único propio y representativo que tiene en su vida. En ella deposita todos sus sueños cuando duerme, llora sus penas y desgracias, vive su desesperación, come cuando tiene hambre, bebe cuando está aburrida, revisa los exámenes de sus estudiantes, lee sus libros favoritos y hace el amor con pasión. Enseguida de ésta, encima de una mesa de noche de dos cajones está Bú, su bambú querido el cual día a día le repite a Jordana que hay alguien que la ama y al mismo tiempo le hace recordar las peleas con su madre, debido a que ella insistía en que dormir con plantas en el cuarto era malo para la salud y ella le respondía que lo malo no era dormir con ellas sino sin ellas.


Dentro de los cajones, en el primero se encuentra una cantidad de dulces, galletas, leches condensadas, arequipitos, entre otros. Y en el segundo está su maquillaje, polvos, pestañinas y labiales rojos, morados y cafés.


En la habitación también hay una ventanita que da hacia el bar, lo que le permite a Jordana disfrutar del son cubano y mirar a la gente que sale y entra de este. En ella contempla la vida de cantidades de personas que van en busca siempre de algo y que salen sin haberlo obtenido pero con la billetera vacía, ella sólo se rie.

Enseguida de la ventana, hay un ventilador de piso el cuál según Jordana logra que las ideas al igual que el viento circulen de manera más fluida y libre.

Al frente del ventilador está el closet de ella, en el que hay muchas faldas, cinturones, pantalones, vestidos blusas y zapatos de muchos colores, predominando el blanco. Cada una de estas prendas tiene un uso y significado en la vida de Jordana, por ejemplo, los vestidos sólo los usa cuando ha engordado, pues no son ceñidos al cuerpo, descubriendo así que ellos disimulan los kilos de más, haciendola sentir más cómoda y a gusto con ella misma.

"Girls in white dresses with blue satin sashes
Snowflakes that stay on my nose and eyelashes
Silver white winters that melt into springs
These are a few of my favorite things

When the dog bites
When the bee stings
When I'm feeling sad
I simply remember my favorite things
And then I don't feel so bad"

1 comentario:

  1. ¿Y esa pared explícitamente revolucionaria? ¿Y la imagen más universal del Che? Tal vez Jordana la encontró allí cuando rentó el apartamento y no se atrevió a borrar las huellas de quien vivió en su espacio antes. O tal vez ella misma pintó la pared de rojo y al son de esa música cubana que escucha en las noches trajo a su historia también el Che.
    Esa necesidad inmensa de dulce en la vida de Jordana, evidencia también su tristeza, la soledad o tal vez la incomprensión que siente por parte de los otros.

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